Cómo combatir la fatiga en la menopausia
Uno de los síntomas más comunes en la menopausia es el cansancio y por esto te sientes completamente agotada y con falta de energía, incluso aunque no hayan hecho un gran esfuerzo físico y se cree que es el resultado de desequilibrios hormonales.
Estos cambios hormonales pueden influir en el patrón de sueño normal.
Algunas mujeres que siempre han dormido bien antes de la menopausia descubren que de repente tienen dificultades para lograr un sueño reparador adecuado.
Los estrógenos regulan el nivel de cortisol, la hormona responsable del cansancio. Con la menopausia, los niveles de estrógenos disminuyen, y por tanto aparece el cansancio.
La ansiedad y el estrés emocional, además de los problemas de sueño, que algunas mujeres sufren al llegar a la menopausia también pueden desencadenar este cansancio extremo.
¿Qué se puede hacer para evitar la fatiga en esta etapa de tu vida?
Es importante establecer una rutina de sueño que garantice un buen descanso y reducir el consumo de cafeína, tabaco y de alcohol.
Es importante establecer una rutina de sueño que garantice un buen descanso y reducir el consumo de cafeína, tabaco y de alcohol.
Mejorar la alimentación
Los alimentos como el yogur, las verduras, legumbres y la fruta, son ejemplos de alimentos que proporcionan energía. Además, comer más alimentos alcalinos como las remolachas, los vegetales de hojas verdes, las almendras, los dátiles y el perejil pueden ayudar a vencer la fatiga, ya que se ha demostrado que estos alimentos permiten equilibrar los niveles de pH de la sangre y aumentar la energía.
Reducir el estrés
Si la fatiga está relacionada con la ansiedad o el estrés, las técnicas de reducción del estrés como el yoga, la meditación y/o los ejercicios de respiración pueden ayudar.
El ejercicio regular también puede reducir la fatiga diaria.
Todos sabemos que el ejercicio físico es muy beneficioso para nuestra salud, pero al llegar a la menopausia estos beneficios pueden resultar especialmente importantes. La práctica regular del ejercicio físico puede mejorar algunos de los síntomas asociados a la menopausia, y además reducir el estrés y mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Aquí te comparto los mejores ejercicios para mantenerse en forma:
- Ejercicios cardiovasculares
Tipo aeróbico en los cual se utilizan grupos de músculos grandes que permiten mantener un buen ritmo cardíaco y son: caminar, correr, montar en bicicleta o nadar. Sí eres principiante comienza con solo 10 minutos al día e ir aumentando paulatinamente la duración y la intensidad.
- Ejercicios de fuerza
Este tipo de actividad favorece la formación de hueso y mejora la fuerza muscular, dos aspectos muy importantes en las mujeres menopáusicas. Además también permite quemar grasa corporal y reducir el metabolismo.
- Yoga
El yoga en la menopausia y los beneficios son tan extraordinarios que es probable que noten enseguida el impacto positivo y cómo aumenta el nivel de energía y vitalidad.
Entonces una práctica constante de yoga va a ayudarnos a:
- Tener mayor flexibilidad para mantener más movilidad en las articulaciones
- Aumentar la fuerza, ejercitada con el propio peso, por lo cual hay menos riesgo de lesiones
- Mejorar el sistema circulatorio y controlar el ritmo cardiaco
- Mejorar el sistema respiratorio y la capacidad pulmonar
- Mejorar el metabolismo
- Reconectar con nuestro propio cuerpo y sus necesidad físicas, mentales y emocionales
- Calmar la irritabilidad, el estrés y los trastornos de sueño
- Lograr mayor equilibrio mental y armonía, logrando una mente más clara y segura
- Ejercitar nuestro equilibrio para evitar caídas
- Meditación y Mindfulness
Las mujeres que practican el “mindfulness” en sus actividades cotidianas parecen sufrir menos síntomas de menopausia, sugiere una investigación reciente. Los investigadores descubrieron que tomar plena conciencia puede ser especialmente útil en las mujeres que sufren de irritabilidad, ansiedad y depresión.
- Bailar
Ayuda a la formación de músculo y a mantener la flexibilidad, mejora el índice de masa corporal porque activa la quema de grasas. Mejora también el perfil lipídico, disminuyendo el colesterol malo. Y eso es bueno para el corazón.
Y ahora te preguntas ¿Por dónde empezar?
Si están planteándose comenzar a hacer algún tipo de ejercicio es importante:
- Ser realista contigo misma, conecta con tu cuerpo y con tus deseos y empieza por la actividad que más te guste. Después puedes probar las otras y sí te gusta alguna más puedes ir combinandolas.
- Plantéate metas que sientes que te dan satisfacción.
- Un consejo: Puede ser útil hacer ejercicio con algún amiga o con la pareja, de este modo será más fácil mantener el compromiso y la motivación.
